domingo, 13 de mayo de 2012

¿Qué pasó ayer? (el día después de la carrera)


Después de 2 meses de inmersión en actividades de mi posgrado era momento de regresar. Tal parece que si no lo escribo no se “mueve” mi intención, así que volveré a donde me quedé. Pero, antes que otra cosa suceda: gracias a quienes han incorporado el trote/carrera  a su estilo de vida y a sus entrenamientos, ese es mi objetivo  y veo que poco a poco se riega la semilla =). Especialmente agradezco a mis amigos: a) L. que me acompaña a ver cómo va la ruta antes de la carrera y por picarme la costilla para que escriba, b)  S. por platicar conmigo sobre esa historieta que me recuerda los pasos de bebé de un deportista y a c) Ch. por fotografiar las metas de las carreras y tomar nota mental del ranking de corredoras pro. Dudo que algún día las alcance, pero siempre es bueno saber cómo van las estadísticas, ¿o no?.

Volviendo al punto, ¿qué pasa después de las primeras carreras? Esta entrada va en 2 partes: durante y después de la carrera. ¿La razón? Mostrar la utilidad de evaluar lo que sucedió en la carrera y cómo utilizarlo para una próxima meta. 

1.       Durante: Aunque parezca que en el momento no te percatas de otra cosa que no sea la meta, pregunto: a) ¿escuchaste tu respiración?, b) ¿consideras que subiste o bajaste con facilidad las lomas o tuviste que contar cada paso como una meta? , c) ¿llegaste en el tiempo esperado o algo se complicó? Algunos corredores llegan con inconvenientes en concentración, otros medio dormidos porque están corriendo a una hora no acostumbrada, pero si llegas con dificultades físicas no hay duda: necesitas trabajar en tu planeación de entrenamiento (semanal) y en tus sesiones de fortalecimiento (1 día de carrera, 1 día de fitness, 1 día de descanso). Además, un poco de preparación mental ayuda a mover los músculos, aunque no quieran…

2.       Después: Si terminaste con el pulso muy tranquilo y tu meta es ganar velocidad quizá sea hora de empezar a considerar si estás explotando tu potencial de trote/carrera, ¿dónde?  La respuesta está en: el corazón, ya que el ritmo cardíaco puede indicar el nivel de esfuerzo que le estás pidiendo a tu corazón. Este tipo de entrenamiento está recomendado para trotadores habituales que empiezan a estancarse en su meta de pérdida de peso, por ejemplo. En ese caso la situación es: si empiezas a correr y mantienes ese nivel de esfuerzo tu cuerpo se acostumbrará. Una disminución de peso efectiva demanda aumentar el nivel de entrenamiento y fortalecer abdomen y espalda –los músculos más utilizados al correr, además de las piernas-. Desde luego que el resto de los músculos son importantes, pero para trotadores con ese objetivo es básico trabajar esas zonas en el cuerpo. Por otro lado, los deportistas que corren como parte de su entrenamiento para otro deporte-como tenis- podrían ver la carrera como una manera de quemar grasa y así fortalecer los músculos necesarios para aumentar su rendimiento en ese deporte principal. Después de ver a esos tenistas que sacan el “feeling”, la toalla y los 2 botes de agua, como fanática del tenis veo que correr es lo mínimo que podemos hacer para ayudar al cuerpo a funcionar de manera integral.

Y aunque correr/trotar es un deporte disfrutable en solitario, no olviden comentar con otros corredores sus impresiones de sus entrenamientos y metas: cada quien tiene diferentes visiones del camino que vale la pena conocer ;).